Día de Muertos en México: significado,tradiciones y actualidad.
- Porfirio Díaz
- 16 abr
- 3 Min. de lectura
Un diálogo entre la vida y la muerte
El Día de Muertos en México es una de las celebraciones más emblemáticas y profundas del país. Más que un ritual de duelo, es una fiesta de memoria, afecto y continuidad espiritual. Cada 1 y 2 de noviembre, las familias mexicanas honran a sus seres queridos que han partido, creando altares (ofrendas) cargados de simbolismo.
Declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2008, este festejo combina elementos prehispánicos con la tradición católica, dando lugar a un sincretismo único.

Origen e historia
Antes de la llegada de los españoles, los pueblos originarios de México ya celebraban la muerte como parte del ciclo natural. Culturas como la mexica, purépecha o maya tenían rituales para honrar a sus muertos, creían en el Mictlán (inframundo) y realizaban ofrendas a los difuntos.
Con la colonización, estas prácticas se fusionaron con el Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos, dando origen a la celebración que hoy conocemos.
Significado y ritual
El Día de Muertos representa la idea de que los muertos no se van del todo, sino que regresan simbólicamente a convivir con sus familiares. La ofrenda, el elemento central de la celebración, es un altar cargado de objetos que ayudan a guiar a las almas de regreso a casa.
Los rituales pueden incluir:
Decorar tumbas con flores y velas.
Colocar retratos y objetos personales del difunto.
Preparar sus platillos favoritos.
Escribir calaveritas literarias, versos en tono irónico o humorístico.
Crear tapetes de aserrín, papel picado y caminos de cempasúchil.
Elementos característicos de la ofrenda

Flor de cempasúchil: su aroma y color guían a los muertos.
Pan de muerto: representa el cuerpo del difunto y la ciclicidad de la vida.
Veladoras: iluminan el camino del alma.
Agua y sal: purificación.
Papel picado: representa el viento y lo efímero.
Calaveras de azúcar o decorativas: aceptación de la muerte con humor.
Retratos, alimentos, bebidas, incienso, copal y objetos personales.
Situación actual: entre tradición y proyección global

El Día de Muertos vive hoy un auge internacional, gracias a películas, festivales y exposiciones que lo han llevado al escenario global. Esto ha generado tanto un orgullo cultural como riesgos de superficialidad o apropiación.

En México, la celebración se mantiene viva, especialmente en comunidades rurales. En las ciudades, ha adoptado nuevas formas: desfiles, exhibiciones, experiencias inmersivas y reinterpretaciones artísticas.
Colección Serpentina: memoria, color y forma
En Colección Serpentina, la celebración del Día de Muertos ha sido una fuente constante de inspiración. Nuestro enfoque está en reinterpretar los elementos simbólicos con respeto, creatividad y diseño artesanal.
Algunas de nuestras propuestas:
Cráneos decorativos: piezas escultóricas en papel enrollado, que combinan color, textura y simbolismo. Cada uno es único, como cada ser recordado.
Ofrendas mini para casa: altares portátiles y minimalistas que permiten integrar esta tradición en espacios contemporáneos. Incluyen elementos como cempasúchil en papel, veladoras simbólicas y espacio para fotografías.
Instalaciones para hoteles: piezas murales o escultóricas intervenidas para decorar lobbies, restaurantes y terrazas durante las celebraciones. Cada instalación se adapta al espacio y a la narrativa del lugar.
Intervenciones para Mexicráneos: hemos participado en este icónico evento con cráneos monumentales decorados con técnica serpentina. Las piezas buscan combinar el humor festivo de la muerte con la energía viva del color mexicano.
El Día de Muertos en México nos recuerda que la memoria no muere. Que el arte, la luz, la comida y el color también son lenguajes para reencontrarnos con quienes amamos. En Colección Serpentina, nos sentimos parte de esa conversación eterna entre el diseño, la tradición y la emoción.
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